noviembre 28, 2011

Llena de fe y fortaleza!!!



El año ya casi termina, ha sido un año de altibajos, un año lleno de mucha misericordia de Dios, de ver con mis propios ojos como Él me ha acompañado a lo largo de tantas dificultades. He tenido días difíciles, días duros en los que aun duele el alma pasar mis fines de semana sola con mis hijos. Días en los que no tengo ganas de jugar con ellos, días en los que no quise ir a la iglesia porque sentía que ya no tenía fuerzas.

He tenido  días en los que no podía ni con mi propia vida, que ya no tenia sentido nada dentro de los caminos del Señor y que mis fuerzas no me daban para lidiar con mi propia vida, y el Señor me puso a pastorear 13 vidas más, aparte de la mía en mi pequeña comunidad.  Fué incomprensible para mi ver el llamado de Dios cuando me nombraron coordinadora de pequeña comunidad, cuando mi fe estaba por los suelos, pero  es asi como Él actua... incomprensiblemente!

He tenido problemas económicos, estuve a punto de perder mi trabajo porque simplemente al gerente general de la empresa yo no le caía bien, me dijeron que tendría trabajo hasta el 31 de mayo, y ese día paso sin que me despidieran, 3 meses después despidieron a la persona que me quiso despedir. En cada situación difícil, me arrodillé y le dije a mi Padre que no podía más que solo Él podía sacarme y darme fuerzas para continuar y así lo ha venido haciendo, me ha sigue sosteniendo cada que busco de Él. Siempre fiel, amoroso y misericordioso conmigo, sigue sorprendiéndome cada día con cada solución que da a mis problemas.

Este año ha sido lleno de muchas manifestaciones del Señor. He visto como cosas suceden a mí alrededor, El Señor ha ido tocando corazones para que cosas sucedan. El Señor es grande, El es bueno.

Me ha permitido conocer personalmente a varios compañeros de lucha  de varios paises en el 1er Congreso Internacional llevado en México DF, y darme cuenta que somos muchos los locos que luchamos por el matrimonio y la unión familiar.

Me ha permitido conocer un bendito grupo “María Auxiliadora”, de la parroquia Don Bosco, allí he conocido más al Señor, recibí con ellos mi seminario de Vida en el Espíritu y sigo con mis crecimientos mensuales. 1 vez por mes tenemos un retiro abierto de dos días donde nos congregamos a conocer más del Señor, allí he podido experimentar los dones y carismas del Espíritu Santo y me ha llevado a crecer espiritualmente. Me ha regalado muchos hermanos en esta gran comunidad.

Faltan aun algunos días para que este año termine, pero a Dios doy gracias porque estos 35 o 40 días que faltan, sé que su gracia sobre mi seguirá brillando.

Van pasando ya muchos meses de este año, y cada día de este año he pedido a mi Dios por mi Manuel, para que un día toque su corazón, para que un día abra sus ojos, que logre convertir ese corazón de piedra en un corazón de carne, tal como me lo ha prometido en Ezequiel 36:26-30

“Les daré un corazón nuevo y pondré dentro de ustedes un espíritu nuevo. Quitaré de su carne ese corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Pondré dentro de ustedes mi Espíritu y haré que caminen según mis mandamientos, que observen mis leyes y que las pongan en práctica. Vivirán en el país que di a sus padres, ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios. Los libraré de todas sus impurezas. Llamaré al trigo y brotará en abundancia; no les enviaré más hambrunas. Multiplicaré los frutos de los árboles y los productos del campo; ya no serán más humillados por el hambre en presencia de las demás naciones.”

Este fin de semana que recién pasó el Señor me dijo a través de la hermana que oró para que hubiera derramamiento del Espíritu Santo: El Señor tiene muchos regalos para ti! Y sé que así será, porque mi Señor, mi Dios al que yo alabo y glorifico su nombre lo que promete lo cumple, tal como lo dice su palabra en Números 23:19 Dios no es un hombre, para mentir; ni es un mortal, para desdecirse: ¿Acaso él dice y no hace, promete una cosa y no cumple?

Glorifico y alabo el nombre del Señor!, porque El es bueno, porque grande es su nombre. Bendito y alabado seas porque he caído muchas veces, pero en todas he sentido tu presencia divina levantándome. No me dejas mi Señor, tu misericordia es tan grande que cada vez te compadeces de mi y me encaminas nuevamente y me haces continuar por tus caminos para llenarme de fe, de fortaleza de tu amor y de tu misericordia. Bendito y alabado seas por siempre mi Señor!!

Gloria a Dios en las alturas!!