junio 14, 2013

El Divorcio

Tenía tiempo ya de no escribir, y quiero confesar que luego de esos terroncitos de la gran montaña… nada sucedió.  Al contrario.   Me enteré que Manuel regresó con la tercera persona y que esta vez, aparentemente su relación está más solida.  Salieron de vacaciones fuera del país por una semana y Manuel ya convive más con ella en su casa.
Luego de ese viaje, Manuel regresó  con una actitud muy pesada, muy cortante e hiriente. Llegó por la noche a  recoger a los niños y cuando regresó se portó de manera muy inusual,  como enojado conmigo.
Ese día, recuerdo que le comenté a una amiga que conociéndolo, era porque algo contra mi estaba tramando.  Y vaya si aun lo conozco! 

A inicios de abril recibí la llamada de una abogada diciéndome que Manuel la había contratado para iniciar con los trámites del divorcio.
Debo confesar que la llamada me tomo por sorpresa, no lo esperaba, y menos que me pidiera que fuera a firmar de voluntad propia. Cómo?  Si no es mi voluntad firmar!!!
La abogada me dijo que si no firmaba de voluntad propia, que tendría que contratar a  un abogado para contra demandar y expresar ante el juez mis razones para no firmar, pero que eso era muy caro y tardado.  Me dijo que me llamaría posteriormente para que le indicara que opción era la que yo decidía y que me daría tiempo para pensarlo.   En ese mismo momento pedí oración en mi grupo y empecé a pedir el apoyo para encontrar a un abogado cristiano que entendiera las razones por las que no quiero divorciarme.
Ese día me sentí tambalear. Empecé a orar y le clame al Señor que me diera paz y que me guiara en este proceso.  No me importa cuál sea el final, siempre y cuando yo escoja el final que Dios tiene escrito para mí.  No deseo hacer mi propia voluntad, sino la voluntad de Dios.
Pedí oración a mi grupo de JSMF para que el Señor me dirija como actuar y para encontrar a un abogado católico que sepa entenderme.  Pedí referencias de abogados y  como a los dos días me enviaron una referencia de una abogada católica que ve casos de familia, pero no la quise llamar porque mi idea era buscar un abogado litigante, gratuito, pues no tengo presupuesto para contratar a un abogado que me defienda ante el juez. 
Pasaron casi 3 semanas para que la abogada de Manuel me llamara de nuevo,   para preguntarme que había decidido.  En el momento que ella me llamó, no pude atender la llamada por lo que le pedí que me llamara dos horas después.  EN ese momento terminé  lo que estaba haciendo y me dirigí a la capilla del Santísimo Sacramento.  Allí le clame al Señor que fuera Él mi abogado defensor, que me guiara para saber qué decisión tomar, que todo lo ponía en sus manos y que yo lo escogía a Él para que fuese mi abogado defensor.  Le suplicaba que no me dejara, que me diera luz y que  de allí no me movería hasta que la abogada llamara porque necesitaba que El estuviera junto a mí en ese momento. 
Estuve allí un momento y luego pasé a rezar mi rosario a la capilla que está a la par.  Estaba rezando mi rosario cuando entró la llamada de la abogada.  Salí de la capilla y le contesté.  Me preguntó si había tomado alguna decisión y le dije que no, que estaba abandonada a la voluntad de Dios y que pasara lo que Dios quisiera.  Creo que me entendió mal, porque inmediatamente me dijo: Usted firmara voluntariamente??!!!  Y le respondí: No, no voy a firmar.  No tengo abogado contratado aun, pero mis abogados oficiales son mi Señor Jesús y el Santo Espíritu de Dios, así que hable con ellos y pregúnteles  que es lo más justo en este caso. 
Ella se quedó en silencio, me dijo que ella lamentaba hacerme pasar por esto porque uno no se casaba para  terminar en divorcio.   Le respondí que lo mío no terminaba en divorcio, porque para mí Iglesia católica el divorcio es solo un documento, que un matrimonio va mas allá de un documento, es un pacto delante de Dios y que mi pacto delante de Dios yo lo mantendría hasta que la muerte nos separara y que lo que Dios unió no lo podía separar el hombre.
Ella se quedó nuevamente en silencio y me dijo que le daba mucha pena que yo pasara por esto.  Le conteste que no tuviera pena de mí, que yo tenía a un Dios poderoso que me levantaba, que me proveía y me daba fuerzas y que no tenía que sentir pena de mi.  Que ella hiciera como su cliente le pidiese, que total, para eso le pagaban.  Y que yo a Manuel nunca le he dicho que debe hacer, que él es libre de tomar  sus decisiones, y tampoco le he exigido que me de mas o menos.
Ella se despidió de mí diciendo un: Que Dios la bendiga.
Regresé a terminar el rezo de mi rosario y a agradecer al Señor por darme la fortaleza para hablar con ella.
Los días pasaron,  y  como a las 2 o 3 semanas volvió a llamarme, esta vez para decirme que debíamos hacer una liquidación de bienes.  Le contesté que yo no tengo ningún bien y que puede liquidar; sin embargo me mencionó que la casa en la que habitamos mis hijos y yo quedará siempre a nombre de Manuel, porque él la compró antes de casarnos.  Le dije que hiciera como ella quisiera, que yo no temía ningún paso que quisieran dar contra mí.  En ese momento yo iba con mis hijos en el carro y ella escuchó, por lo que me dijo que volvería a llamar, pero la llamada nunca llego.
Posteriormente, el dia 10 de junio  al llegar a mi casa, encontré la demanda de divorcio sobre mi escritorio, le consulté a mi mama, y me comentó que ella la encontró bajo la puerta de la casa.  No quise leerla frente a ella asi que al momento de ir a dormir me la lleve a mi cuarto y la leí detenidamente.  Tenía que contratar a abogado, aunque no quisiera, porque en 9 días debía dar una respuesta al  juez y en temas legales yo no tenia ni idea. 
A la mañana siguiente recordé la abogada que me refirieron, una católica que ve temas familiares. Así que la llamé pero no logré localizarla en su momento. Posteriormente intenté de nuevo y acordamos reunirnos al día siguiente en su oficina. 
Al dia siguiente llegué a su oficina, que queda frente al edificio en el que yo trabajo. Antes de entrar a su oficina iba orando, le clamaba al Señor una señal que me confirmara que esta era la abogada indicada. Entonces le dije: Padre, si es esta la abogada que tu quieres que me represente, tendrá que leerme algún versículo bíblico. Esa es la señal. 
La abogada me recibió y lo primero que me contó fue su testimonio, me platicó que ella se dedica a casos familiares porque sufrió una infidelidad y el Señor restauró su matrimonio y ahora ambos sirven al Señor... hasta allí, todo bien. Seguimos platicando, exponiendo el caso y luego me dice: "quiero pedirle algo, necesito que haga una carta a su esposo, bajo la luz del Espíritu Santo y dígale todo lo hay en su corazón, pida iluminación de Dios para ponerle versículos bíblicos y recalque que Dios le pedirá cuentas de la forma en que está educando a sus hijos. No tema ponerle nada. Yo personalmente hablaré con él para hacerle entrega de la carta, no quiero que la abogada de él la lea porque esto es solo de usted y él y no importa donde esté en ese momento que lea la carta, estoy segura que el Señor le hablará." 
Mientras ella me decía esto, yo lloraba, y ella a la par mía!! Increíble.Luego me pidió que pusiera a los abogados, a los jueces y a todos los involucrados en oración y me dijo: "sabe algo? yo no pierdo mis casos porque yo voy en representación del Juez Justo y El me ampara a mí." Yo por dentro, no dejaba de alabar a mi Señor. 
Luego me comentó que cuando ella va a un debate, siempre tiene a un equipo de gente orando en ese momento, y que cuando ella tuviera que actuar en mi caso, me pediría oración. Hasta allí todo me encantaba, pero no me leía ningún versículo bíblico. Así que seguía orando por dentro y le decía al Señor que si ella era la indicada, me tenía que leer un versículo, sino, tendría que buscar yo a otra. 
Al final, y luego de dos horas concluimos ya en los pasos que dará y en algunos documentos que tengo que hacerle llegar, pero antes de despedirse abre su agenda y me dice: mire lo que dice la palabra para hoy 13 de Junio, y me lee un versículo que, en este momento lo que menos hice fue ponerle atención, porque yo por dentro agradeciéndole a Dios!! .  Ese versículo, recuerdo que mencionaba algo de que la justicia da vida y honor, y luego me dice: y mire este otro versículo, y me lee" el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón." Y allí dije: si Señor esta es la abogada! Por la tarde ella me envió la cotización de sus servicios, los cuales sobrepasan al doble  el monto que creí me cobraría. 
Me preocupa un poco esto del pago, pero ella me comenta que tratará de que Manuel pague sus honorarios. Estoy tranquila, confiando en Dios que El hará obra.  Por momentos lo que me afecta un poco es que junto a esto se me juntaron otras dos amenazas, una que mi salud no está del todo bien, pues mi médico me encontró fibromas en mi matriz y aparentemente requiero operación.  Son gastos que no tengo presupuestados y  estos, junto a los del abogado no sé cómo afrontar. Por otro lado, me han dado la noticia que el proyecto para el cual trabajo estará cerrando por parte  falta de apoyo del gobierno que auspicia a los empresarios que vienen mi país a tratar de encontrar mercado a sus productos.
Son cosas que no tenía contempladas, son cosas que no esperaba… pero que espero que de la mano de Dios todo salga bien. En El sigo confiando, en El encuentro todo lo que necesita mi alma para estar en paz y llena de fe.Es difícil entender por qué sucede todo esto, no le encuentro explicación, pero el Señor sabe que toda mi vida está en sus manos y que de ella El puede hacer según su voluntad, la cual es buena, agradable y perfecta.  Yo solo quiero ser tomada en sus manos y que  haga de mi un vaso nuevo, un vaso de agrado a sus ojos. Solo quiero hacer su voluntad y caminar por el camino que El ha trazado a mi vida.  Es mentira decir que me he olvidado de mis planes y metas.  Pero si aprendí a que cada paso que doy lo consulto primero para  darlo con certeza de la mano de mi Señor.
Que si sigo esperando?  Claro que sigo esperando por la restauración.  Entiendo que será lenta, según lo que está sucediendo.  Hoy justo por la noche escribiré la carta que la abogada sugirió, y que ya dos personas de Dios me lo han sugerido  en diferentes oportunidades pero que por una u otra razón no había hecho. MI Dios es quien tiene todo bajo control y yo solo haré lo que se me diga y seguiré esperando en El.