octubre 14, 2010

Aunque todo se vea oscuro

Tantas cosas por hacer, tengo tanto trabajo, pero no puedo avanzar.  Siento que te extraño tanto.  He pasado desde la semana pasada pensando en toda esta situación.  A veces no sé si realmente estoy luchando por algo que es mío o si la voluntad de mi Padre es que me olvide de ti.
Creo que lo que me ha tenido así, es la noticia del lunes pasado.  Me llamaste histérico, ofendido por haberme metido donde no debía, y aunque no lo creas, ese actuar mío  me robó totalmente mi paz.  Pedí perdón a mi Padre por meter mis manos donde no debía, pero eso no pudo hacerme evitar el  escuchar de tu boca la palabra “divorcio”.
Sin embargo, mi Padre que siempre me levanta y me da paz me llenó en ese momento de serenidad.  Recuerdo claramente tu tono de voz, estabas muy molesto, me dijiste que ibas a buscar un abogado para tramitar el divorcio, si no lo hacia yo.   Te dije que si tu querías, lo podías tramitar tu.
En ese momento sentí un frio en todo el cuerpo, tenia en el chat a  Alejandro, Lucy, Alex Silia , Lina y no recuerdo bien a quien más, y ellos me daban ánimos.
Me empezaste a echar en cara cosas monetarias, me dolió tanto, pues Dios sabe que el dinero que tu me das, se emplea de la mejor manera en casa, no puedo gastarme como loca algo que no es mío.
Ese día me sentía devastar, lo veia todo oscuro, estaba tan arrepentida de haber metido mis manos, pero sé que mi Padre me dará una segunda oportunidad.  Esa noche me la pasé muy triste, y al otro día no sentía muchos ánimos, pues sabia que había actuado mal y le prometí a mi Padre que todo lo que pasara de ahora en adelante era su voluntad, que El seria mi abogado y mi defensor frente a estas amenazas de Manuel,  Le prometí a mi Padre que no metería mas mis manos y que El y solo El seria quien me defendiera ante cualquier cosa que se presentara.
Recibí un mail con palabras de aliento de Gabriel un amigo que Dios me ha puesto en mi camino y que en más de una oportunidad me levanta, me llenó de tanta fe en el poder de Dios,
Hablé con Sandrita, era obvio que me dijera que había actuado mal, pero como siempre, como una mujer sabia, me volvió a encauzar en el camino de la fe,  Para Dios no hay nada imposible, y aunque tus amenazas duelen, confío en mi Señor.
Al otro día ore, le pedí a mi Padre amado que me levantara, que me guiara, que me diera fortaleza, y El como siempre, Padre bueno y amoroso, fiel a sus promesas, Me levantó, me animó y me encauzo nuevamente en este duro camino de la espera.

Debo comprender que aunque todo se vea oscuro, tu sacas luz de las tinieblas, en ti espero mi Padre de amor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario