Ayudame Señor.

Amado Padre:


Dame sabiduría mi Señor, dame fortaleza, entendimiento. Guíame e ilumíname mi Señor tu, solo tú sabes cuando me duele esta situación.

Hoy regresaron mis hijos, luego de estar con Manuel todo el fin de semana. Que doloroso es para mí recibir a mis hijos dormidos, sabiendo que vienen de verse con la otra persona. Sabiendo que ese fin de semana mis hijos se han divertido, pero al lado de esta señora que ha venido a robar, a destruir lo que a mí me pertenece.

Más doloroso al abrir la maleta de mis hijos y ver que traen los juguetes de moda, los más caros; 3 pares de zapatos para Ximena y 1 par de zapatos para Javier. Me pregunto, acaso se puede comprar el amor de mis hijos?

Tanto lujo, tanto regalo, cuando segura estoy que mis hijos más que regalos y juguetes lo que más desean es tener un hogar integrado. Un hogar donde papa y mama se amen y sean ejemplo a seguir.

Amado Padre, dame sabiduría, dame fortaleza, ayúdame mi Señor porque no entiendo esto que sucede, debo de aceptarlo humildemente, pero me duele tanto ver como compran el amor a mis hijos. Padre amado, no permitas que el corazón de mis hijos se dañe más. Sobre cualquier cosa guardada, quiero guardar el corazón de ellos, tú lo sabes mi Señor y quiero que seas tú quien tome en sus manos esos dos pequeños corazoncitos y los sanes, los limpies, los guardes en tu mano Sagrada. Derrama sangre de Cristo sobre mis angelitos, lávalos con agua del costado de Cristo, purifícalos y derrama Espíritu Santo en ellos para que nada ni nadie los pueda dañar. Para que estén llenos de paz, de amor, de gozo, de bondad. Pongo en tus manos mi dolor, pongo en tus manos mi falta de fe, mi falta de fortaleza para soportar esto. También pongo en tus manos esta situación, la vida de mi esposo, a quien clamo lo sanes, lo salves, lo liberes y le permitas regresar pronto a tus caminos. Levanta alrededor de él un ejército de ángeles y arcángeles para que ya no pueda el enemigo permitir caer más profundo.

En el nombre de Jesucristo, nuestro Señor. Amen-